Y es que hemos llegado hasta aquí, con este ÉXITO, gracias a insistir y volver a insistir, así como a no tirar la toalla. Ha habido días un poco grises, que no nos apetecía hacer muchas cosas, o que teníamos la cabeza en otras historias o incluso sueño... Pero hemos sacado el valor de la PERSEVERANCIA hacia afuera, bien fuerte y, aquí estamos ahora: niños y niñas camino de convertise en hombrecitos y mujercitas, con la cabeza bastante amueblada (aunque sea con muebles de Ikea, también sientan muy bien jejeje) y una gran maleta llena de recursos para lo que nos depare el futuro.
Sigue peleando, sigue aprendiendo, no te quejes y piensa en todas las oportunidades que una situación que no te guste mucho puede aportarte como persona.
Si no lo sabías, las hormigas son seres perseverantes. Cargan muchas veces su propio peso. A veces cuando salgo a pasear las observo. Siempre hay alguna
haciendo algo extraordinario. Las veo intentando meter en el agujero del
hormiguero cosas tan grandes que es imposible que quepan. Lo intentan
una y otra vez, de diferentes formas. A veces se rinden y lo dejan
fuera, pero sé que harán algo para acabar metiéndolo, quizás lo dividan
entre todas en porciones más pequeñas hasta conseguir su objetivo.
Y pienso que quizás en eso consiste la persistencia, en ignorar a
los observadores y hacer lo que tienes que hacer para tener la vida que
quieres tener.
¿Tú también quieres ser hormiga?
Deja tu comentario, si así lo deseas.
Hola a todos!
ResponderEliminarYo no se, porque eso si son muy luchadoras y no se rinden, y también se ayudan unos con otr@s, pero luego las matan o se mueren fácilmente, yo no estoy muy segura, jejeje.
Saludos,
Natalia.